Cuando hablamos de la mente solemos asociarla con el cerebro, con el pensamiento, pero este, el cerebro solo es un órgano conductor y procesador de información de la Mente.
La Mente impregna toda la materia, cada célula tiene inteligencia propia y reacciona a nuestra forma de pensar, sentir y actuar, influyendo de forma definitiva sobre nuestro ADN.
La Mente, tenemos que diferenciar entre la Consciente y la Inconsciente. No se trata de dos mentes son simplemente dos planos de actividad de sí misma.
La inconsciente se nutre de la consciente, acepta lo que se imprima en ella o lo que su consciente cree, no razona como la consciente y no discute de manera controvertida.
La consciente tiene una capacidad de procesar muy reducida, nos permite pensar, adelantarnos o retroceder en el tiempo, planificar, establecer metas, analizar los resultados, desplazarse, hacer elecciones, ver, escuchar, saborear, tocar y oler son todas actividades conscientes y supone solo el 10% de la actividad de la Mente.
Pensamos con la mente consciente, y todo va afectando a la inconsciente; es la silla de las emociones y a la vez la mente creadora. Si pensamos bien, el bien nos seguirá; si pensamos mal este también lo hará.
La Consciente, con la que nos identificamos, pensamos, razonamos, juzgamos, argumentamos, calculamos….Permite hacernos una idea de nosotros y del mundo que nos rodea. Controla el lenguaje verbal; el corporal lo controla la inconsciente. Está limitada por la educación, lugar donde vive, creencias… Se nutre mucho de la información que recibe a través de los cinco sentidos.
La Inconsciente es desconocida para una gran mayoría de personas.
Es donde se guarda la información necesaria para la supervivencia, almacenar recuerdos para utilizarlos en otras ocasiones, lo graba todo y lo pone en dos tipos de archivo dolor-placer.
Está en un lugar muy guardado y no de fácil acceso.Es la que dirige todas nuestras funciones biológicas, responsable directa de del equilibrio orgánico, sus funciones son totalmente ajenas al cerebro y por lo tanto a nuestro consciente, lo une todo, lo controla todo. Es como nuestro piloto automático, trabaja las 24 horas aun cuando estamos dormidos o inconscientes, es capaz de estar manteniendo las funciones biológicas, vitales y energéticas, también haciendo provisiones en nuestro beneficio, derramando, acumulando, depositando el fruto de los pensamientos cotidianos.
Su capacidad de procesamiento es de algunos millones de impulsos por segundo, por lo que puede realizar, organizar, dirigir miles de cosas al mismo tiempo; supone más del 90% de las acciones de la Mente.
Todo lo que hacemos en nuestra vida es registrado por la mente inconsciente. Cada rostro visto en una multitud, cada aroma, cada voz, cada canción, cada sabor, cada toque y cada sensación que alguna vez se experimento ha sido registrado por el inconsciente. Cada virus, bacteria u hongo que alguna vez haya invadido el cuerpo, todas las heridas, todos los pensamientos y sentimientos y la historia completa de cada célula del cuerpo, todo es conocido por el inconsciente archivado y almacenado como si fuera el disco duro de nuestro ordenador, el ordenador más potente y mágico que podamos imaginar listo para ser utilizadas posteriormente y determinar una respuesta ante distintos estímulos, la reacción es automática.
Podríamos compararla con la tierra que acepta cualquier clase de semilla sea buena o mala, no discrimina ninguna y tampoco la guzga, simplemente da los frutos de las semillas plantadas. Los pensamientos que mantenemos en nuestra parte consciente son como las semillas y dan experiencias (frutos) de acuerdo a esos pensamientos. No discute si los pensamientos son buenos o malos, verdaderos o falsos; se limita a responder de acuerdo a la naturaleza de estos. Por ejemplo, si creemos firmemente que algo es verdadero, aun siendo falso, la mente inconsciente lo aceptará como verdadero y procederá a dar sus frutos.
Tú inconsciente está también al tanto de cualquier emoción o emociones atrapadas que tu cuerpo pueda estar albergando; también sabe exactamente qué efecto tienen estas emociones atrapadas en tu bienestar físico, emocional y mental. Todo esto y mucho más está guardado en tu inconsciente.
Tu subconsciente también está al tanto de lo que necesita tu cuerpo para estar bien en cada momento. El cerebro es esencialmente una gran computadora, y al igual que en el ordenador podemos revisar la información que hemos ido guardando, que archivos ya no nos son útiles y están restando energía a nuestro sistema, reprogramar memorias, actualizar, borrar creencias, liberar bloqueos emocionales, saber que alimentos nos benefician y cuales nos dañan, si un órgano necesita ser ayudado, y acceder a todo ese mundo de información que está en nuestro inconsciente para mejorar en el menor tiempo posible lo que está alterando nuestro buen funcionamiento.
¿Es posible acceder a todo este mundo de información? Si, es posible recuperar, liberar y sanar información del subconsciente usando alguno de los diversos test musculares de la Kinesiología. Con lo que se crea una línea de comunicación con el inconsciente del paciente. Esto permite conocer qué necesita un paciente para ponerse bien, tan rápido como sea posible. Y lo mejor de todo cualquier persona puede aprender a obtener respuestas del cuerpo y cualquiera puede seguir los pasos necesarios para ayudar a sanarlo, sólo es necesario querer aprender.
Dolores Picallo –Terapeuta Holística